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Un secreto que guardar

INSPIRACIÓN

El otro día volví hacia atrás en el cuaderno donde suelo escribir lo que publico aquí y me puse a leerlo...
Al final me cubrió la nostalgia y empecé desde el principio. Regresé al primer texto que se me ocurrió. Supongo que llegar a la cifra redonda de 100 artículos publicados fue lo que me impulsó a todo esto. Lo estuve hojeando durante un buen rato y me di cuenta de que siempre, en cada cosa que escribía alguien rondaba en mi cabeza. La mayor parte del tiempo solo una persona estaba fija en mis pensamientos y confieso que en casi todos mis artículos, de una forma más directa o más abstracta dependiendo de la ocasión, mis palabras le pertenecían. Pero, a medida que paso las hojas, cada vez está menos presente en mí hasta que desaparece. En cambio, cuando él ya no gira en mi cabeza otra persona me vuelve a invadir y, así contínuamente. Es imposible en mí escrbir sin "dedicárselo" a alguien. Me sale solo.
Pero supongo que eso no siempre es positivo porque por ese motivo, llevo un tiempo sin saber qué escribir.

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