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Un secreto que guardar

LA BOLSA DE SUS PREOCUPACIONES

25/9/04.
Notaba como la carga de sus preocupaciones era cada vez más pesada. A veces, incluso, parecía que su espalda se quejara por tener que aguantar esa bolsa sin fondo de pensamientos inacabados...
Al principio solo una leve dudaba había estado dando vueltas en esa gran bolsa pero en los últimos meses se habían multiplicado tanto y tan rápido que ni siquiera le había dado tiempo a concienciarse de la primera.
Empezaba a sentir que iba a explotar... Así que tras largas noches de imsomnio decidió que "perderlos deliberadamente" sería su solución.
Marchó al monte más alto y tras una larga subida, allí dejó su gran bolsa amarrada con una cuerda en lo alto de la colina. Pero al llegar a casa pensando que todo había acabado, la sonrisa se borró de su rostro cuando al abrir la puerta volvió a toparse ocn ella... Esa enorme bolsa que crecía más y más... ¡Era imposible! Él mismo la había amarrado en el monte más lejano.
A la mañana siguiente volvió a cogerla y con gran rabia la llevó al más profundo y violento mar que encontró. El peso de sus preocupaciones la hundiría y jamás saldría de allí. Pero cuál fue su sorpresa al repetirse la imagen del día anterior.
Una semana pasó calculando milímetro a milímetro su venganza contra la bolsa de sus preocupaciones. La ataría con cadenas y candados, la encerraría en una caja sin salida y la llevaría al Polo Norte para que el mismo frío acabara con ella para siempre.
Feliz de su gran plan, llegó el día de llevarlo a cabo. Una semana tardó en conseguirlo y mucho dinero gastó en su propósito.
Peor cuando llegó a casa, la imagen de los dos intentos anteriores se repitió. Su indignación era insuperable... gritó y la maldijo todo lo que pudo hasta quedarse sin fuerzas...
¿Qué podía tener esa bolsa que había podido salir de cada una de sus trampas? Fue hacia ella con miedo y tras dudar unos segundos alargó el brazo y desató la cuerda que la mantenía cerrada.
Cuando la hubo abierto, se asomó y vió que el saco estaba vacío.
¿Cómo podía ser? ¡Él mismo había cargado con ella! Por un segundo se despistó y la bolsa se había esfumado.
Más asombrado todavía sintió como una paz le inundaba por dentro y pudo darse cuenta que solo debía enfrentarse a ellos...ese era el final definitivo para la bolsa de sus preocupaciones...

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