UN MUNDO INTERIOR
Después del descanso se subió de nuevo a clase, activó los cascos y pudo sumergirse en su mundo de los sueños, donde más a gusto estaba, donde ella mandaba.
La música fluía por sus oídos y le hacía respirar. Pensaba en todo y en nada a la vez.
A veces, deseaba que ese momento no se acabara. Sumergirse del todo y no regresar sin volver la mirada atrás.
Entonces, sintió una paz, más de la que nunca había sentido.
Por fin, su mundo había vencido a la realidad.
Ya no tendría que volver a poner la vista atrás.
La música fluía por sus oídos y le hacía respirar. Pensaba en todo y en nada a la vez.
A veces, deseaba que ese momento no se acabara. Sumergirse del todo y no regresar sin volver la mirada atrás.
Entonces, sintió una paz, más de la que nunca había sentido.
Por fin, su mundo había vencido a la realidad.
Ya no tendría que volver a poner la vista atrás.
3 comentarios
Myna -
meiko -
DuNa -
Una buena sensación: la paz, la tranquilidad, la calma... y sin tener que mirar atrás, poder alzar la cabeza y guiar tus pasos firmes. :-)